domingo, 19 de abril de 2009

CORAZA DE SAN PATRICIO

CORAZA
DE SAN PATRICIO

Cuando San Patricio emprendió la evangelización de Irlanda, tenía la oposición de todos los brujos de la isla. La religión druida abundaba en brujerías.
El santo compuso esta oración para protegerse, como una coraza de, de los dardos de sus enemigos. Se han hecho muchas adaptaciones de esta oración. Aquí publicamos una versión castellana de la traducción inglesa del original (escrito en Gaélico). Conserva toda la rudeza de la fe de San Patricio (años 380 a 400).
ORACION
“Me envuelvo hoy día y ato a mí, una fuerza poderosa, la invasión ce la Santísima Trinidad, la fe en las Tres Divinas Personas, la confesión de la Unidad dl Divino Creador del Universo. Me envuelvo hoy día y ato a mí una fuerza de Jesucristo, Hijo de María siempre Virgen, con su bautismo, la fuerza de su crucifixión y entierro, la fuerza de su resurrección y ascensión, la fuerza de su vuelta para el juicio de eternidad.
Me envuelvo hoy día y ato a mí, la fuerza del amor de los Querubines, la obediencia de los Ángeles, el servicio de los Arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las oraciones de los patriarcas, las predicciones de los profetas, las predicaciones de los apóstoles, la fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes, las buenas obras de los confesores.
Me envuelvo hoy día y ato a mí, el amor maternal y la pureza virginal de María Santísima; Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo.
Me envuelvo hoy día y ato a mí, el poder del cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, a firmeza de la tierra, la solidez de la roca.
Me envuelvo hoy día y ato a mí, la fuerza de Dios para orientarme, el poder de Dios para sostenerme, la sabiduría de Dios para guiarme, el ojo de Dios para prevenirme, el oído de Dios para escucharme, la palabra de Dios para apoyarme, la mano de Dios para defenderme, el camino de Dios para recibir mis pasos, el escudo de Dios para protegerme, los ejércitos de Dios para darme seguridad contra las trampas de los demonios, contra las tentaciones de los vicios, contra las inclinaciones de la naturaleza, contra todos los que de desean el mal de lejos y de cerca estando yo solo o en multitud.
Convoco hoy día todas esa fuerzas poderosas, que están entre mí y esos males, contra las encantaciones de los falso profetas, contra las leyes negras del paganismo, contra las leyes falsa de los herejes, contra la astucia de la idolatría, contra conjuros de brujas, brujos y magos, contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.
Invoco a Jesucristo que me proteja hoy día contra el veneno, el incendio, el ahogo, las heridas, para que pueda yo alcanzar abundancia de premio. Jesucristo conmigo, Jesucristo delante de mí, Jesucristo detrás de mí, Jesucristo en mí, Jesucristo bajo mí, Jesucristo a mi derecha, Jesucristo a mi izquierda, Jesucristo en la anchura, Jesucristo en la longitud, Jesucristo en altura, Jesucristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí, Jesucristo en todo ojo que me ve, Jesucristo en todo oído que me escucha.
Me envuelvo hoy día y ato a mí una fuerza poderosa, la invocación de la Santísima Trinidad, la fe de las Tres Divinas Personas, la confección de la Unidad del Divino Creador del Universo.
Del Señor es la salvación. Del Señor es la salvación. De Jesucristo es la salvación. Tú salvación, Señor, esté siempre con nosotros.” Amén

POUPEE

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